Hacía ya algún tiempo que no escribía por aquí entre una cosa y otra, ya que el desarrollo de Buscabus me consume bastante tiempo… pero nunca es tarde si la dicha es buena, así que hoy os traigo un tema del que tampoco se ha hablado demasiado, y es del boom de los articulados en la flota de la EMT.

Aunque hoy en día son casi mayoría, lo cual se acaba traduciendo en auténticos problemas de espacio en cocheras, lo cierto es que la historia de los articulados en Málaga es bastante reciente y discontinua.

El precursor

El primer articulado que llegó a Málaga es un vehículo bastante conocido, un Pegaso 6035-A, que tuvo el nº 178, y fue alta en Julio de 1977. De este vehículo se ha hablado y escrito mucho, pero lo cierto es que no fue tan prolífico en su día. Se asignó a la hora punta de la L-11, que por aquél entonces acababa en el Paseo del Parque. Era un vehículo más lento que los demás y tenía una capacidad de giro limitada, tanto que ni siquiera era capaz de realizar el giro del Parque a Cortina del Muelle, por lo que sus conductores debían realizar el cambio de sentido en la rotonda de Larios, con la consecuente pérdida de tiempo.

Al final todo eso acabó lastrando, y se acabó retirando el vehículo de la línea. En las cocheras se le «amputó» la articulación y la parte de atrás, reconvirtiéndolo a estándar, y terminando sus días como un Pegaso 6035 más en la L16.

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Pegaso 6035-A preservado por Tran-Bus junto a un Pegaso 6038.

Esto quiere decir que, lamentablemente, el vehículo original se achatarró. El vehículo que conserva Tran-Bus no es original, sino otra unidad proviniente de Barcelona que se restauró a imagen y semejanza del 178.

Así, tras la caída del 178, en Málaga no volvieron a circular articulados por unos años…

La prueba

Corría el año 1997. Acababan de llegar, a finales del año anterior, los primeros Renault Citybus (372-396), que además eran los primeros vehículos de piso bajo y con rampa de minusválidos de la ciudad. No obstante y a pesar del aumento de la flota, la demanda se seguía incrementando, sobretodo en líneas concretas en momentos clave, por lo que en la EMT se les decidió dar una pequeña oportunidad de nuevo a los articulados.

Entre enero y marzo de 1997 llegó a la EMT una tanda de 7 Volvo B10M articulados, comprados de segunda mano a Madrid, con la que se probó el rendimiento de éstos en la ciudad. Eran unos vehículos con años ya a sus espaldas, construidos en el 86, por lo que el piso bajo aún no era una opción. Lejos de tener un piso bajo, tuvo posiblemente uno de los pisos más altos que hubo en la EMT.

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Volvo B10M nº401, realizando la L12.

Estos vehículos se veían mucho en las líneas universitarias, que tenían picos de afluencia realmente altos. No duraron mucho, siendo baja en 2007, pero sembraron la semilla de lo que llegaría más tarde.

Vuelven los articulados

Los Volvo debieron convencer, porque apenas un año después, en 1998, entraron en cochera un lote de 10 Mercedes-Benz O405GN2, que se numeraron del 414 al 423, y que fueron los primeros «nuevos» adquiridos por la EMT desde el 178.

414 en la cabecera de la L22, en la Universidad. Foto de Mike Preston.

Estos vehículos se estiraron bastante, ya que aunque en la segunda mitad de 2010 se empezaron a retirar varios de esta serie, 414, 416 y 423 aguantaron hasta el último momento, llegando a reaparecer el 423 justo a tiempo para cumplir sus 22 años de edad.

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El último turno hasta la fecha del 423 fue precisamente el día de su 22º aniversario.

La necesidad de ampliar flota

Imaginamos que viendo la EMT que los articulados estaban dando un buen resultado, decidió empezar a ampliar flota a bajo coste.

Por ello, apenas unos meses tras la llegada de los primeros Mercedes, llegaron varias tandas más de Volvo B10M, hasta un total de 12 vehículos. Todos estos vehículos (424-434, 442) disponían de una carrocería menos brusca que la serie anterior y más similar a a la de los Mercedes y eran algo más modernos, de 1990. No obstante, también fueron baja en 2007.

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Volvo B10M 431, en la Alameda Principal
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Algunos Volvo no llegaron a pintarse de azul, retirándose de color verde. Éstos estuvieron un tiempo en el CTM.

El regalo

A finales de 1998 llegó a la EMT el 435, un Iveco 5529 regalo de la casa. No cuajó demasiado en la empresa, ya que todo el panel de mandos estaba en italiano y no era cómodo de conducir. Acabó siendo vendido a Portillo, que lo reutilizó para su servicio de la terminal de cruceros.

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435, renumerado a 787 en Portillo, aún con los colores de la EMT.

Los articulados por norma

A partir del año 2000 en la EMT se empezó a ampliar la flota de articulados a costa de estándares más antiguos. Por ello en el 2000, tras la llegada de la tercera tanda de Renault Citybus llegó una segunda tanda de Mercedes O405GN2 (463 – 477) y junto al último de la tanda, una tanda de Renault Citybus articulados (478 – 492) que sería previa a los Renault Citybus III.

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468 en la antigua L20
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489 en la L15

Años más tarde, en 2004, llegó una tanda de Irisbus Citybus articulados (531-542) justo entre las dos tandas de Irisbus Citybus estándar.

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534 en la L11

Finalmente, en 2008 y junto a los Irisbus Citelis Magnus, llegaron los Irisbus Citelis Habit articulados (604-613) que ampliaron más aún la disponibilidad de articulados en la ciudad.

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Esta tanda llegó con una decoración especial para publicitar la renovación de flota, que más tarde se volvió norma en las incorporaciones.

Ya para estas fechas había varias líneas que se servían exclusivamente, o casi, con articulados: La L3, la L8, L11, L15, L20, L25… con servicios puntuales en líneas como la L2, L4, L16, L21 o las líneas del aeropuerto.

Explosión de articulados

Con la llegada de la crisis de 2008, la EMT estuvo 5 años completos sin renovar flota, flota que tampoco mantenía adecuadamente, con lo que las averías eran una constante.

No obstante, en 2014 se reactivó el ritmo de renovaciones, y no tardaron en llegar los nuevos articulados. Concretamente Iveco Urbanway, con una primera tanda de 10 vehículos (640-649).

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645, en la L3

El objetivo inicial era sustituir los primeros Renault Citybus, inicialmente sin mucho éxito. Sí que ayudaron a cubrir las bajas de Mercedes articulados que empezaron a surgir por averías graves, como la del 473.

Entre finales de 2016 y primeros de 2017 llegó la segunda tanda de Iveco Urbanway (671-685) que ya sí empezaron a sustituir los Renault Citybus I, que empezaron a ser baja poco a poco. Además, en un movimiento sorprendente, asignaron varios de estos nuevos vehículos a la línea del Aeropuerto, cuando ya disponían de 3 vehículos Irisbus Citelis Magnus adaptados con portamaletas.

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684, en la línea del Aeropuerto

Posiblemente debido a las críticas por la baja calidad de los Iveco Urbanway, la EMT cambió de casa para las siguientes renovaciones, yéndose a MAN, marca poco común por Málaga. Por ello, tras una primera tanda de Lion’s City estándar que se asignó a la L1, llegó una primera tanda de articulados (717-726) en 2018, con los que empezaron a dar de baja también Renault Citybus II, así como terminar con los I y I.5 restantes.

717 el día de su estreno, en la L11

Finalmente, a finales de 2019, llegó la última tanda de MAN articulados, últimos buses hasta la fecha, con los que se cierra un bucle (729-733) ya que llegan para sustituir a los originales, los primeros Mercedes que llegaron a Málaga allá por 1998.

729, L15

En resumen, en cosa de 20 años los articulados han tomado la ciudad, y parece que es para quedarse. La EMT cada vez apuesta más por ellos en cada vez más líneas, en algunas incluso llevándolos al límite, como son las estrechas calles por las que circula la L1, donde se prevén incorporar pronto.